Statement by Archbishop Salvatore J. Cordileone on U.S. Supreme Court ruling on Dobbs Vs. Jackson Women’s Health Organization

Upon the U.S. Supreme Court’s ruling on Dobbs Vs. Jackson Women’s Health Organization, Archbishop Salvatore J. Cordileone released the following statement,

«The arc of history is long but it bends towards justice.”  Never have the words the Rev. Martin Luther King, the great prophet of human rights in the 20th century, rung more true.  This historic Supreme Court decision would not have happened without fifty years of patient, loving, hard work by people of all faiths and none, in diverse fields including social service, religion, law, medicine, culture, education, policy and politics.  But our work has just begun.  The artificial barriers the Supreme Court created by erecting a so-called constitutional right out of thin air have been removed.  The struggle to demonstrate we can build a culture that respects every human life, including mothers in crisis pregnancies and the babies they carry, continues.  We must redouble our efforts to accompany women and couples who are facing unexpected or difficult pregnancies, as well as to offer mercy to those suffering the after-effects of the abortion experience.  Our Lady of Guadalupe, patroness of the unborn, pray for us.


“El arco de la historia es largo, pero se inclina hacia la justicia”.  Nunca han sonado más ciertas las palabras del reverendo Martín Luther King, el gran profeta de los derechos humanos en el siglo XX.  Esta histórica decisión de la Corte Suprema no se habría producido sin cincuenta años de trabajo paciente, cariñoso y duro por parte de personas de todos los credos y de ninguno, en diversos campos, como el servicio social, la religión, el derecho, la medicina, la cultura, la educación, la política y la sociedad.  Pero nuestro trabajo no ha hecho más que empezar.  Se han eliminado las barreras artificiales que la Corte Suprema creó al erigir un supuesto derecho constitucional de la nada.  La lucha para demostrar que podemos construir una cultura que respete todas las vidas humanas, incluidas las madres con embarazos en crisis y los bebés que llevan dentro, continúa.  Debemos redoblar nuestros esfuerzos para acompañar a las mujeres y parejas que se enfrentan a embarazos inesperados o difíciles, así como para ofrecer misericordia a quienes sufren las secuelas de la experiencia del aborto.  Nuestra Señora de Guadalupe, patrona de los no nacidos, ruega por nosotros.”